Imperios estelares

Si una superpotencia gobernara la totalidad del universo, rápidamente se encontrarían ahogándose en pesadillas logísticas.
¿Qué desafíos podrían surgir en esa realidad, y cómo podrían ser conquistados o evitados por completo?
Ese escenario hipotético forma la base de Interstellar Empires, un documental entretenido e informativo de la ciencia y del cineasta futurista Isaac Arthur.
Arthur admite abiertamente que estos conceptos han sido abordados anteriormente en obras de ciencia ficción popular, incluido el opus Dune que cambia el juego de Frank Herbert.
Su película debate la logística de las ideas aparentemente inverosímiles presentadas en novelas y videojuegos, profundiza en sus minucias y proporciona un vértigo vertiginoso de tangentes fascinantes en el camino.
La tarea de mantener el orden en cada galaxia resultaría engorrosa, por decir lo menos.
Por ejemplo, si el caos se produjera en el otro lado del universo, podría llevar un millón de años escuchar la llamada de ayuda y enviar una flota de naves espaciales para enfrentarlo.
Un gobierno efectivo sería inconcebible sin avances en la velocidad de los viajes ligeros y la expansión de la vida promedio de una persona.
La película se mueve sin aliento mientras una preocupación desconcertante inspira la siguiente.
Si la duración de la vida pudiera extenderse más allá de nuestras expectativas actuales, ¿cómo afectaría el carácter y la función del universo?
La película considera una serie de factores que podrían entrar en juego, incluidos los conceptos relacionados con la superpoblación, el control de enfermedades y la probabilidad de que un órgano de gobierno adopte una forma democrática.
Arthur explica cuántas de las tecnologías actuales y las teorías científicas aceptadas podrían proporcionar las semillas para este futuro imaginado.
Su narración es constante, densa con perspicacia y, a menudo, cambia entre lo lúdico y lo estudioso.
La película también está poblada por gráficos increíblemente imaginativos, una gran cantidad de material de archivo apropiado y un subrayado ambiental conmovedor.
Por encima de todo, los imperios interestelares inspiran una reflexión continua sobre las posibilidades de un universo mucho más inmenso de lo que cualquiera de nosotros puede comprender.
Para el crédito de la película, no se revolca en una fantasía apocalíptica como muchos de los escenarios hipotéticos que se nos presentan hoy.
En cambio, ofrece la esperanza de que todo es posible.